martes, 1 de septiembre de 2015

El hombre más interesante del mundo: P. T. Barnum - Parte 1


Últimamente he hablado mucho de mi fascinación por Phineas Taylor Barnum, pero no he dicho el por qué. Es mi personaje histórico favorito, y nada mejor que él para iniciar mi blog. Lo adoro. Entonces ahí les va.

Este señor es P. T Barnum


P. T. Barnum era, antes que nada, un empresario [1] y se dedicaba al entretenimiento en el más extenso sentido de la palabra. Le entraba a todo: hizo museos, organizó conciertos, creó exposiciones fraudulentas y hasta le hizo de casamentero a unos cuantas personas con enanismo. Y espero poder contarles todas a detalle.

Nació en Connecticut en 1810, e inició su carrera en 1834 [2], cuando se mudó a Nueva York con su recién formado show de variedades: el ”Barnum's Grand Scientific and Musical Theater", donde empezó su vida en el espectáculo, y creando cosas que nadie había visto.


Como principal atracción buscó a una viejísima esclava negra, -que para colmo también era ciega- a la que llamó Joyce la Bicentenaria y la hizo pasar como la nana que crió a George Washington. Claro, para lograrlo ella tendría que ser excelente para mentir y contar historias, y tenía una carisma tremenda. Como Washington había nacido un poquito más de 100 años antes, pues se inventó que la vieja esclava tenía alrededor de 200 años. Le supo calcular. Le hizo aprender un diálogo donde contaría historias de la niñez de George, todas bonitas y que hablaban bien del presidente. Eso sí, le pagó lo mínimo a la esclava y la hizo trabajar hasta el día de su muerte, cuando tenía alrededor de los 80 años [3], no sin haberle generado un dineral. Ese dinero lo reinvirtió, y creó el "Barnum's American Museum", donde pondría cosas interesantes y excéntricas. Probablemente hasta fue inspiración para los museos de Ripley.


A él se le adjudica la cita de “Cada segundo nace un idiota”, y el caso de Joice no fue su primer invento. Tomó la mitad de un mono disecado y lo pegó / cosió / o lo que se tenga que hacer con la mitad de un pescado momificado. Hasta le puso un poco de cabello, para que se viera más terrorífico. A ese híbrido lo llamó sirena de Fiji, porque para darle veracidad dijo que había sido pescado en esas islas, en las que él nunca había estado. Esta sirena hizo sensación, y la idea la siguieron duplicando, haciendo híbridos de monos con pez. [4] Desgraciadamente, el original se perdió cuando el museo de Barnum se destruyó.

El sirenito: Mitad mono mitad pez, con pelo
Como la vida de P. T. Barnum está llena de cositas interesantes, -digo, hasta escribió cuatro autobiografías- dejaré esta historia hasta aquí, para seguirles contando de la vez que él le hizo palancas a un chavo con enanismo, y la vez en la que ayudó a llegar a la fama a la primera pop star de Estados Unidos. 

Cuando termine de contarles de P. T. Barnum les pondré más fuentes, por si quieren aprender más de él. Quizá si más gente se interese por él logre que Netflix haga una serie sobre él.





[1] Empresario de verdad. No confundir con eso de “emprendedor”.

[2] Para que se den una idea, México estaba en sus ondas independentistas, era un país bebé recién nacido.
[3] Como buena esclava no tenía ni idea de su fecha de nacimiento, por eso en esos casos la edad era al tanteo
[4] Incluso los chamanes en México, pero esa es otra historia que luego contaré.

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