domingo, 20 de septiembre de 2015

El túnel Hoosac: La mina sangrienta



El túnel Hoosac, en Massachusetts, Estados Unidos, surgió porque necesitaban una ruta de tren que atravesara el estado. Pero como había una montaña a la mitad de la ruta, hicieron el túnel. Lo hicieron con tecnología del siglo XIX, y de la forma en la que un niño de sexto de primaria lo haría: empezaron a excavar de ambos lados al mismo tiempo esperando que en algún momento se unieran. Justo por eso tardaron casi 25 años en terminarlo, y gastaron muchos ingenieros. Lo interesante es todas las historias sobre el túnel que se crearon en ese periodo de tiempo, que durante esas dos décadas dejó un aproximado de 200 muertos. 

Al principio se excavó utilizando pólvora, que aunque es buenísima para las armas de fuego, no sirve de mucho si se trata de deshacer una montaña. Funcionaba de una forma muy lenta y hasta primitiva: hacían varios agujeritos que rellenaban con pólvora, la prendían, se escondían de la explosión, limpiaban los escombros, volvían a empezar. Era lentísimo. Pero con la llegada de la nitroglicerina avanzó más rápido la excavación, y también creó su primera leyenda. 

El túnel durante su construcción

 En 1865 llegaron los primeros expertos en explosivos: Ned Brinkman, Billy Nash y Ringo Kelley. Entraron al túnel a probar los nuevos explosivos, pero Kelley no les avisó a sus compañeros que iba a prender la mecha. Kelley logró salir de la explosión, pero los otros terminaron enterrados vivos bajo las piedras. Ringo Kelley desapareció casi inmediatamente, no se supo absolutamente nada de él, sólo que había sobrevivido a la explosión. Un año y diez días después, encontraron su cuerpo a dos kilómetros dentro del túnel, a la altura donde sus compañeros habían muerto. Los investigadores concluyeron que había muerto ahorcado. Como era de esperar, los mineros empezaron a rehusarse a entrar después de medianoche, decían que Kelley había muerto por venganza fantasmal y juraban que habían escuchado las voces y gemidos de alguien que agonizaba. Decían que eran los compañeros de Kelley.

 
Más adentro es total oscuridad.

Pero no fue la única leyenda que se creó ahí. Para poder hacer un túnel de catorce kilómetros tuvieron que hacer un túnel vertical a la mitad de la montaña que sirviera de sistema de ventilación para que circulara el vapor de los trenes. Por eso, construyeron un agujero desde la cima de la montaña que llegara hasta el túnel. Era bastante ancho, y utilizaban bombas de vapor cada tantos metros para que bombeara el agua hacia arriba, en una serie de estantes de madera. Pero los gases subterráneos hicieron que tanto vapor y madera se incendiaran, y explotó todo. Había 18 trabajadores adentro, a 170 metros de profundidad. Mandaron a un trabajador en una canasta entre poleas para ver cómo estaban, y entre el cascajo, las filosísimas herramientas, las rocas y el gas, el trabajador subió casi inconsciente y sólo pudo decir “sin esperanza”[1]. Entonces decidieron dejar de apresurarse. Tardaron un año en limpiar el desastre. Cuando llegaron al fondo, se dieron cuenta de que algunos de los 18 trabajadores habían sobrevivido lo suficiente como para construir una balsa, para sobrevivir esos 30 metros de agua que se había acumulado dentro por el mal funcionamiento de las bombas de agua. Habían muerto de hambre. Por supuesto, empezaron a decir que habían escuchado gritos de agonía desde fuera. También dijeron que durante ese año veían a los mineros vagar con sus picas en la superficie de la montaña, rodeados de neblina. Los dejaron de ver cuando empezaron a descubrir sus cuerpos y darles un entierro religioso.
 
Así es actualmente. ¿Entrarían? Yo sí, pero creo que es zona restringida. 



También hay más leyendas alrededor del túnel, de personas que entran y no vuelven a salir, de avistamientos de personas con linternas que advierten a los que entran, de ruidos y neblina. Uno de los líderes del proyecto, un ingeniero súper preparado y estudiado, dice que vio una figura sin cabeza acercarse a él con una linterna en la mano. Como es común en este tipo de historias, él se quedó paralizado y después de unos segundos la figura desapareció sin dejar rastro.

Incluso después de que se terminó la construcción y que ya estaba en funcionamiento el tren, siguieron pasando cosas extrañas. Encontraron a un hombre sangrando de la cabeza y de los brazos afuera de una de las entradas, con un rifle en la mano, ensangrentado también. Dice que le pegaron con el rifle, pero sólo eso podía decir, ni siquiera recordaba haber entrado al túnel. También se rumora la existencia de cámaras secretas dentro del tunel.

El ser humano tiende a generar leyendas alrededor de la tragedia. Plasmamos el dolor que sentimos por la pérdida y la convertimos en explicaciones sobrenaturales para darles trascendencia. Dicen que siempre hay cosas fantasmales alrededor de las tragedias, pero creo que somos nosotros los que no queremos dejar que se olvide el dolor, no importa cómo.

Dejo el primer capítulo de un documental muy interesante sobre el túnel. Habla también de la ingeniería civil de la época.



[1] “No hope”, pues.

2 comentarios:

  1. Entiendo que el túnel nunca funcionó y que tampoco lograron conectar ambos lados.
    ¿Y en el caso de que los sobrevivientes no hubieran muerto de hambre ¿cómo habrían usado la balsa?

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  2. Sí lo terminaron 24 años después, pero para cuando lo terminaron ya no era tan importante la ruta. Siguen pasando trenes por ahí, por eso no está permitido entrar.

    Los sobrevivientes usaron la balsa porque había mucha agua en el fondo (por eso las bombas de agua que se quemaron), querían estar secos, supongo.

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